El sistema del Estuario de la Bahía de San Juan tiene una rica biodiversidad que buscamos mejorar y conservar con las actividades del Plan del Estuario, lo que también propicia el uso recreativo de los recursos.
El estuario es hogar de cientos de especies de aves, plantas, peces, anfibios y reptiles. Entre ellas, encontramos 16 especies consideradas elementos críticos, debido a que son raras o únicas en Puerto Rico y se encuentran en estado vulnerable o en peligro de extinción. Entre la flora destaca el árbol de la cóbana negra. Entre los reptiles, el tinglar y el carey de concha utilizan las playas arenosas en el área de Vacía Talega-Piñones para anidar durante la época reproductiva. Y entre las aves están la mariquita, la palometa y el falcón peregrino.
¿Sabías que la observación de aves (birdwatching) es la actividad recreativa de mayor crecimiento en el mundo? Además, esta práctica genera una industria de aproximadamente $25,000 millones anuales en Estados Unidos, Canadá y México. El estuario contribuye al desarrollo de esta industria, particularmente durante el invierno. ESTUARIO organiza cada año el Censo de Aves Navideño Gamaliel Pagán Hernández, que permite recopilar datos valiosos para estudiar los patrones y la dinámica poblacional de las aves que habitan la zona en el transcurso del tiempo. La época navideña es cuando más especies de aves se observan en la zona y coincide con la temporada turística en nuestra Isla.
Por otro lado, los peces del estuario tienen también mucha importancia económica y recreativa, como es el caso de la pesca tipo captura y liberación del pez sábalo en la laguna San José. Este deporte consiste en atrapar el pez y devolverlo ileso a su hábitat. Cada año, más de 1,200 turistas visitan Puerto Rico, y en particular el estuario, para practicar este deporte, lo que representa un aporte estimado de $1.5 millones anuales a la economía local.
Como ves, la vida silvestre es un componente determinante de este gran ecosistema del cual los seres humanos somos parte. No obstante, las actividades humanas pueden degradar o destruir sus hábitats, afectando la diversidad del ecosistema. El éxito de nuestra Isla como destino de estas industrias amigables con el entorno depende directamente de que todos aportemos al buen manejo y la conservación de los recursos naturales.

En el estuario se han observado:

En los ecosistemas costeros, acuáticos y marinos del estuario hay más de 308 variedades de plantas de humedal, entre ellas, cuatros especies de mangle:
- El mangle rojo (Rhizophora mangle) se halla en los márgenes de las bahías y canales estuarinos. La semilla germina en una plántula cuando todavía está en el árbol.
- El mangle negro (Avicennia germinans) posee estructuras llamadas neumatóforos las cuales adquieren oxígeno directamente de la atmósfera.
- Las otras especies de mangle que se encuentran en el estuario son el mangle blanco (Laguncalaria racemosa) y el mangle de botón (Conocarpus erectus).
Conoce acerca de las aportaciones de estos árboles más adelante, en la sección Bosques de mangle.

La introducción de especies exóticas —que eventualmente se pueden convertir en invasoras y dañinas— es considerada como una de las grandes amenazas a la biodiversidad mundial. Esto, debido a que las especies invasoras compiten por espacio y alimento, y en algunos casos devoran hasta casi exterminar las especies nativas.
En el estuario se han identificado tres especies invasoras asociadas a los ecosistemas acuáticos: la iguana verde o gallina de palo (Iguana iguana), el caimán (Caimán cocrodilus) y el pez león (Pterois volitans).
A fin de controlar estas especies invasoras, ESTUARIO lidera una acción específica dirigida a:
- identificar las áreas estuarinas donde se hayan observado y documentado efectos relacionados con estas especies invasoras;
- desarrollar y poner en marcha estrategias de control de las poblaciones de estas especies, y
- generar campañas de educación sobre las amenazas que representan para la fauna nativa.
Mediante esta acción, podemos ir logrando ecosistemas estuarinos saludables y resilientes ante diversas amenazas.
HÁBITAT
Algunos de los ecosistemas estuarinos son lodazales, ciénagas, manglares, hierbas marinas, comunidades coralinas y playas arenosas. Estos albergan comunidades biológicas muy ricas y diversas.

Los humedales herbáceos o ciénagas proveen hábitat crítico de crianza para los peces e invertebrados. También son áreas de alimentación y anidaje para las aves. Uno de los humedales herbáceos de más importancia en el estuario es la Ciénaga Las Cucharillas, localizada en el municipio de Cataño.

¿Sabías que una franja de manglar de apenas 200 metros (alrededor de 656 pies) puede reducir la energía de una ola en un 75 %? Así protegen la costa de la erosión y ayudan a controlar las inundaciones costeras que ponen en riesgo a comunidades y propiedades.
El manglar o bosque de mangle más grande de Puerto Rico se encuentra en el estuario y es parte de la Reserva Natural del Bosque Estatal de Piñones.
Estos árboles sustentan la biodiversidad y sus hábitats, es fuente de medicamentos y sirve de espacio para actividades recreativas y científicas, entre otros tantos servicios; todo al mismo tiempo.
Por ejemplo, con una posición crucial en plena línea costera, las raíces sumergidas del mangle rojo proveen uno de los habitáculos marinos más importantes, al punto de que se les considera el vivero de los mares tropicales. Eso se debe a que más del 80 % de los peces que habitan en los arrecifes de coral y en la profundidad marina pasan parte de su etapa juvenil recibiendo protección y alimento entre esas raíces. De esta forma, este árbol beneficia la pesca en los mares tropicales.
Asimismo, los manglares mejoran la calidad del agua en la costa, pues las raíces del mangle actúan como trampas naturales que retienen los sedimentos y evitan que contaminantes como los pesticidas y nutrientes en exceso lleguen al océano. De esta forma, permiten el desarrollo de comunidades de arrecifes de coral y de praderas de hierbas marinas que dependen de la claridad del agua para subsistir.
El desconocimiento sobre los servicios que nos ofrecen los manglares provocó que la Resolución Conjunta Número 7 del 13 de mayo del 1927 autorizara al gobierno de Puerto Rico a vender manglares del Pueblo de Puerto Rico para desecarlos por considerarlos “altamente perjudiciales a la salud, por ser criaderos de mosquitos y consecuentemente focos de malaria y otras enfermedades y terrenos improductivos”. Tuvieron que pasar 78 años para que se reconociera cuán relevantes son los manglares. Este reconocimiento quedó plasmado en la Ley 60 del 20 de agosto de 2005, que derogó aquella resolución.
Consciente de la importancia de los manglares, ESTUARIO ha sembrado sobre 3,000 plántulas de mangle rojo en lugares donde el manglar fue destruido, como en la Laguna del Condado y la península La Esperanza en Cataño. Esto ha sido posible con la colaboración de voluntarios y otros aliados.

Las hierbas marinas son plantas acuáticas que producen flores y semillas sumergidas y forman extensas praderas sobre el lecho marino. Estas son hábitat para muchos peces de importancia económica y recreativa, y proveen alimento para especies en peligro de extinción, como el manatí antillano.

Las comunidades coralinas y los hábitats relacionados con estas se encuentran principalmente en las entradas al mar en la Bahía de San Juan y la Laguna del Condado, que tiene la mayor biodiversidad acuática en el sistema del estuario.
Para favorecer esa biodiversidad, ESTUARIO colocó en el fondo de la Laguna del Condado 45 módulos de arrecifes artificiales —conocidos como Taíno Reefs—, que imitan las estructuras de los arrecifes coralinos para crear hábitats nuevos. Esto permitió que en nueve meses aumentara la cantidad y diversidad de peces. A los seis meses se observaron las primeras colonias de coral en crecimiento.
La naturaleza atraviesa su momento más crítico y necesita que ayudemos a conservarla y protegerla. Con el uso adecuado y prudente de la tecnología podemos crear las condiciones adecuadas que le permitan restaurarse por sí misma, aunque no alcancemos a sustituir sus procesos.

Las playas arenosas del estuario —uno de los recursos más importantes para la industria turística y la recreación pública— se encuentran en la península La Esperanza, la orilla este de Isla de Cabras, La Puntilla, la Laguna del Condado, Ocean Park, Isla Verde, Piñones y Vacía Talega. Estas son áreas de anidaje de tortugas marinas, además de albergar muchas otras especies.

Las dunas son grandes acumulaciones de arena en la playa que funcionan como barreras que nos protegen del fuerte oleaje del mar. Estas almacenan la arena que luego liberan para formar las playas que tanto disfrutamos. ¡Sin dunas no hay playas!
A las dunas se les considera como ecosistemas costeros porque son hogar y fuente de alimento para plantas y criaturas como el cangrejo ermitaño. Algunas plantas que encontramos en las dunas son la uva de playa (Coccoloba uvifera), el bejuco de playa (Ipomea sp) y la hierba de sal (Spartina). A su vez, las plantas son muy importantes para la duna, pues atrapan la arena que viene con el viento y aumentan su acumulación.
Por su importancia, el ESTUARIO desarrolla proyectos de restauración y creación de dunas, que consisten en la colocación de sistemas para retener la arena y en la siembra de vegetación costera. Estos esfuerzos se realizan con residentes de las comunidades vecinas, quienes se convierten en ciudadanos científicos. Con su compromiso, dedicación y tiempo, ellos son, indudablemente, los verdaderos héroes de la restauración.

Los árboles del estuario refrescan el ambiente al producir buena sombra, lo que reduce el uso del combustible fósil necesario para operar acondicionadores de aire en la casa y o en la oficina.
- Un árbol grande produce todo el oxígeno que necesitan dos personas; puede generar 260 libras de oxígeno en un año.
- Sembrar árboles alrededor de los edificios reduce el uso de acondicionadores de aire en un 30 %; el frescor de un árbol grande equivale a 10 acondicionadores de aire encendidos durante 20 horas diarias.
Un árbol maduro elimina 48 libras de gases de efecto invernadero (CO2) al año. - Los árboles filtran los contaminantes del aire y ayudan a absorber el agua de las escorrentías en la ciudad.
Además, los árboles le imparten belleza y valor estético al entorno, proveen hábitat para la vida silvestre y reducen el ruido de la ciudad.
Te invitamos a navegar nuestro sitio web para conocer en detalle todo lo que comprende el singular y maravilloso recurso natural que es el Estuario de la Bahía de San Juan y los esfuerzos para su restauración, protección y mantenimiento que llevamos a cabo.