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Declaración ante emergencia de violencia de género en Puerto Rico

5 de mayo de 2021 –

Han transcurrido más de 100 días desde la declaración ejecutiva de un estado de emergencia por la epidemia de violencia de género a través de Puerto Rico. Dieciocho mujeres han sido asesinadas desde comienzos del 2021, y activistas de la organización puertorriqueña Colectiva Feminista en Acción informan que estadísticamente, de continuar este patrón, un feminicidio ocurriría cada siete días.

La tragedia de encontrar los cuerpos sin vida de dos mujeres en la pasada semana enfatiza, una vez más, la necesidad de tomar acción proactiva de parte de todos nuestros sectores sociales. Organizaciones feministas en nuestro país han reiterado la necesidad de lidiar con el problema de violencia de género de manera comprensiva. Esto incluiría atacar el problema mediante la educación, la mejora de respuestas institucionales, utilización de estadísticas y asegurando la provisión de cuidados adecuados a las sobrevivientes, entre otras medidas. La unidad de esfuerzos entre organizaciones y la visión de un enfoque multisectorial es esencial para erradicar este problema.

La justicia ambiental, o ausencia de esta, influencia considerablemente las incidencias de problemas de género. Esta es relevante dentro del marco de la justicia social y del impacto desproporcionado que reciben distintas identidades, entiéndase de raza, genero, o clase, a razón de la calidad física del entorno que habitan. La justicia ambiental busca reducir y prevenir la degradación ambiental, y las inequidades que esta causa, en comunidades marginadas. Estas comunidades incluyen gente de color, mujeres, indígenas, transgénero y personas viviendo en áreas desventajadas, por mencionar algunas.

Históricamente las mujeres, particularmente las de grupos marginados, han liderado el movimiento ambiental. Frecuentemente se han visto obligadas a encarar patrones de violencia y opresión, en adición a los efectos de la degradación ambiental desproporcionada de sus comunidades.

Según la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza, estudios realizados muestran una relación directa entre estresores ambientales y la violencia basada en género. El abuso sexual, violencia doméstica, maltrato verbal, acoso y privación económica, entre otros, son instrumentos que refuerzan la inequidad, el privilegio y el control sobre los recursos disponibles. El género compone un estrato crucial dentro del concepto de injusticia ambiental. La vulnerabilidad de las mujeres a la violencia de género e injusticias ambientales es directamente proporcional, y una puede exacerbar la otra.

El Banco Mundial estima que un 34% de las mujeres en el planeta han experimentado abuso, ya sea físico o sexual, de parte de parejas íntimas o no íntimas. Hasta el 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por parejas íntimas. En Puerto Rico, durante el año 2020, se reportó sobre 5,000 querellas por violencia doméstica a la policía. El 84% de estos casos fue reportado por mujeres. A finales del 2020, para el 29 de diciembre, se registraron alrededor de 60 feminicidios en la Isla, un alza drástica de los 37 registrados en el 2019 para esa misma fecha (Amnistía Internacional).

La violencia de género reprime los esfuerzos de conservación y reclamos de justicia ambiental de comunidades desventajadas. Estuario es una organización sin fines de lucro que trabaja con la conservación y restauración de la calidad del agua y de los ecosistemas que componen el sistema y la cuenca hidrográfica del Estuario de la Bahía de San Juan. Nuestro equipo reconoce la influencia que la equidad de género adjudica a cualquier esfuerzo de esta índole. Por lo tanto, Estuario se une al coro de otras instituciones en repudio a la violencia de género, y se compromete a tomar acción en contra de cualquier instancia de esta.

Después del huracán María, Estuario lanzó un proyecto de largo plazo dirigido a instaurar comunidades resilientes. De estos esfuerzos forma parte un Plan de Mitigación de Riesgos, cuyo fin es reducir las vulnerabilidades que enfrentan las comunidades desventajadas ante desastres naturales y antropogénicos. Estudios demuestran que los desastres relacionados al cambio climático exacerban la frecuencia de casos de violencia de género, a medida que disminuye el acceso a recursos vitales.

Las iniciativas y proyectos del Estuario consideran los intereses y preocupaciones de las comunidades en necesidad de justicia ambiental del sistema del Estuario de la Bahía de San Juan. Fomentamos en nuestra agenda la inclusión y participación del público en los procesos de planificación de proyectos, y el fácil acceso a su información.

Ofrecemos nuestra solidaridad con las víctimas de violencia de género y sus familias y nos comprometemos a utilizar toda vía y recurso posible en la implementación de un cambio concreto. Lograremos esto a través de la educación, utilización de iniciativas culturales y la inclusión de los sectores pertinentes; como instituciones estatales, federales, o más importantemente, organizaciones de base comunitaria que promuevan equidad y justicia.

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